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Una empresa que no innova está cavando su propia tumba, pues hoy en día existen muchos competidores los cuales están dispuestos a hacer cualquier cosa por tal de desplazarlas del mercado y poder atender mejor a los clientes.

La estrategia de las empresas que apuestan por la innovación se basa en cuatro pilares: ser capaces de ver más allá de los modelos tradicionales de negocios, aprovechar las tendencias de mercado, maximizar los recursos y entender las necesidades de su industria en particular.

La innovación es «el proceso en el cual a partir de una idea, invención o reconocimiento de una necesidad se desarrolla un producto, técnica o servicio útil hasta que sea comercialmente aceptado; innovar no es más que el proceso de desarrollar algo nuevo o que no se conoce a partir del estudio metódico de una necesidad, ya sea personal, grupal u organizacional, para lograr una meta económica.

 Para innovar es necesario un amplio conocimiento de una necesidad, no todas las ideas innovadoras tienen éxito, por tanto, es necesario jugar con todas las herramientas necesarias para que la innovación no solo sorprenda sino que también funcione. Primero debe definirse porque se desea innovar, se establecer objetivos claros y cual es el impacto que se espera. Todo esto ayuda a definir el tipo de innovación que se quiere lograr.

 La innovación es el elemento clave que explica la competitividad.  Innovación y competitividad van de la mano, es decir se está buscando crear valor de la empresa o  marca  para que se logre un posicionamiento en la mente del consumidor y así ser reconocidos como líderes en la categoría.

 Pero hay que entender que la innovación, por sí sola, no garantiza necesariamente, que se alcance la competitividad. Se deben establecer metodologías y estrategias definidas para poder innovar. Realizar un estudio frío de los factores que intervienen en el proceso para la innovación y de las oportunidades existentes en los diferentes escenarios, siempre serán herramientas elementales ; también, detrás de la o las ideas innovadoras se encuentra la persona o el equipo de personas que las ha creado. Por lo general, cuando el creativo es una sola persona la idea debe ser evaluada por un equipo multidisciplinario, igualmente si la idea ha surgido de otro equipo multidisciplinario.

 

El rápido crecimiento del comercio electrónico y del uso de las redes sociales a nivel mundial fomenta el interés de las empresas por buscar oportunidades de negocio en el medio “online”. Internet se emplea como medio para la generación de una marca, canal de información y atención al cliente, y línea de negocio complementaria.

Toda empresa que busca salir a flote en el mercado empresarial debe buscar una estrategia de marketing muy diferente a los de la competencia. Por estrategia de marketing entendemos: El marketing estratégico es parte de la estrategia comunicacional de una empresa que influye las otras estrategias de forma radical.

Es un proceso por el que se busca:

  • conocer las necesidades y deseos actuales y futuros de los clientes,
  • identificar diferentes grupos de posibles compradores en cuanto a sus gustos y preferencias o segmentos de mercado,
  • valorar el potencial e interés de esos segmentos.
  • teniendo en cuenta las ventajas competitivas de la empresa, orientarla hacia oportunidades de mercado, desarrollando un plan de marketing periódico con los objetivos de posicionamiento buscados.

 Debido al aumento de la tecnología  se ha ido evolucionando en la forma de  alcanzar sus objetivos como empresa (Utilidades) y además el amplio número de competidores en la misma rama de producción a influido a que las empresas busquen otros medios para dar a conocer sus productos ante los posibles clientes…

 Por ello,  tenemos cinco claves para llevar a cabo una buena estrategia de Marketing en Internet.

1. Estudie el mercado y aprenda de los errores de otros. Internet no es un fin, sino un medio para alcanzar un beneficio económico.

2. La estrategia en la Red debe estar alineada con la imagen de marca y el resto del grupo. No imite lo que hagan firmas más pequeñas.

3. No se deje llevar por las infinitas posibilidades de Internet. Limítese a buscar los canales en los que su empresa encaje mejor.

4. Si pone en marcha un canal interactivo manténgalo actualizado. Un cliente descontento puede echar por tierra su reputación.

5. Busque una agencia o consultora que haya elaborado una metodología que ordene las actuaciones a seguir en cada circunstancia.